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¡Yo soy él! Imitando a Luis Miguel

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¡Yo soy él! Imitando a Luis Miguel

¿Quién no ha escuchado alguna vez alguna canción de Luis Miguel? El famoso cantante de México es uno de los artistas más destacados de habla hispana, gracias a su prodigiosa voz y carisma en el escenario. Pero también, a Luis Miguel se le conoce por su carácter y su actitud de divo, lo que ha dado lugar a numerosos memes y parodias en las redes sociales.

En este artículo, quiero hacer una crónica de mi experiencia personal imitando a Luis Miguel. No pretendo ser un imitador profesional, simplemente un aficionado que ha intentado imitar el estilo y la actitud del cantante. ¡Espero que os guste!

El pelo

Una de las señas de identidad de Luis Miguel es su característico pelo rizado. Durante muchos años, se dejó crecer el pelo hasta que se convirtió en una melena rizada y abundante que se ha convertido en su seña de identidad. Así que, si quería imitarlo, lo primero que tenía que hacer era conseguir un peinado parecido.

Hice algunos intentos de rizar mi cabello, utilizando un rizador eléctrico y algunas espumas. El resultado no fue muy bueno: mi pelo parecía más un estropajo que una melena rizada. Sin embargo, no me di por vencido y finalmente logré conseguir un peinado similar, utilizando un rizador de pelo grande y mucho gel. ¡El resultado fue sorprendente! A partir de ese momento, cada vez que salía a la calle con mi nuevo look, notaba cómo la gente me miraba con asombro. ¡Me sentía como una auténtica estrella del rock!

La actitud

Sin embargo, para imitar a Luis Miguel, no es suficiente con tener el pelo rizado. También hay que tener una actitud de divo, arrogante y engreída que denota seguridad en el escenario. En este sentido, me costó un poco más dar con la tecla. Me llevó muchos intentos conseguir ese punto de engreimiento y picardía que caracteriza al cantante.

Para ello, me dediqué a ver en YouTube algunos conciertos de Luis Miguel y a practicar frente al espejo, imitando sus movimientos y gestos. Me tomé bastante en serio el asunto, y cada vez que conseguía hacer una de las poses o los movimientos de Luis Miguel, me sentía un poco más cerca de ser él. Es curioso cómo a veces, una simple pose o un gesto pueden cambiar completamente la percepción que tenemos de nosotros mismos.

La voz

Por supuesto, lo más difícil de imitar a Luis Miguel es su voz. El cantante mexicano posee una voz excepcional, con una técnica vocal que le permite llegar a las notas más agudas y desgarradoras. Yo no soy precisamente un cantante profesional, así que me limité a cantar algunas de sus canciones en casa, intentando imitar su estilo y su forma de cantar.

No fue fácil. Luis Miguel utiliza una técnica muy peculiar de respiración y emisión de sonidos que requiere de mucha práctica y experiencia. Yo no tengo ninguna de esas cosas, así que me conformé con un intento aproximado y mucho esfuerzo. De todas formas, aunque mi voz quedaba lejos de la del auténtico Luis Miguel, la gente parecía reconocer algunos de los gestos y los movimientos que había aprendido, y respondía con aplausos y ovaciones cada vez que intentaba alguna de sus canciones en público.

La ropa

Por último, para imitar a Luis Miguel, hay que saber vestirse. El estilo del cantante es muy personal y característico, con ropa ajustada y casi siempre de color negro. Así que, si quería hacer una imitación aceptable, tenía que conseguir la ropa adecuada.

No fue fácil encontrar la ropa apropiada, pero finalmente conseguí algunos trajes y chaquetas que se parecían un poco a las que lleva Luis Miguel en sus conciertos. Con eso, completé mi transformación y me dispuse a salir a la calle a lucir mi nuevo look.

Conclusión

En resumen, imitar a Luis Miguel no es tarea fácil. Se requiere de mucho esfuerzo, dedicación y paciencia para conseguir el estilo y la actitud adecuada. Pero, si se consigue, la experiencia puede ser muy enriquecedora y divertida. A mí, al menos, me sirvió para conocerme mejor a mí mismo y explorar nuevas facetas de mi personalidad.

Gracias a mi experiencia como imitador, aprendí también a valorar aún más el talento, la técnica y la actitud de los verdaderos artistas como Luis Miguel, que llevan años perfeccionando su arte y mostrando su talento al público. ¡Quién sabe, quizás algún día yo también pueda llegar a ser un auténtico artista!