Cuando pensamos en las celebrities de Hollywood, lo primero que viene a la mente son las megaestrellas que llenan las pantallas de cine y televisión, como Tom Cruise, Jennifer Lawrence o Meryl Streep. Pero muchas veces olvidamos que detrás de estas personas hay una industria gigante que mueve millones de dólares y que depende de todo un equipo de profesionales para funcionar correctamente. Uno de ellos es el actor que canta y baila.
Bueno, en primer lugar, debe tener habilidades en el canto y el baile. No es lo mismo poner cara de preocupación ante la cámara que privar al personal de la obra de una experiencia de sonido y movimiento los ha llevado a tararear melodías inusuales y a mover las piernas sin pensarlo dos veces.
El actor que canta y baila debe ser capaz de interpretar una canción con la misma facilidad con la que interpreta un diálogo. Debe demostrar expresividad en el movimiento y coordinación en la danza, porque, aunque los trucos de edición pueden hacer magia, la mayoría de las veces, el actor es tu representante en escena en todo momento. Si algo sale mal, lo más probable es que tenga que solucionarlo en vivo y en directo.
Pero lo que hace que trabajar en una película o en un musical sea realmente difícil para el actor que canta y baila es que no solo tiene que hacer su trabajo, sino que está rodeado de otros profesionales en la misma posición que él. En los ensayos, estas personas están estrechamente relacionadas y deben coordinar sus movimientos para la escena que tienen que representar. Si uno de ellos se equivoca, todo el plan se cae y tienen que empezar de nuevo. Y esto puede ser incapaz de ser corregido hasta que lean la retroalimentación de la audiencia y perciban que las risas o los aplausos suenan extraños.
A pesar de lo difícil que puede ser este trabajo, hay actores que eligen esta profesión. ¿Por qué? Hay varias razones.
Actuar, cantar y bailar con éxito en un musical o película es una verdadera hazaña. Si un actor logra este hito, su capacidad de interpretación mejorará dramáticamente. Después de este tipo de trabajo, aparentemente no queda nada que un actor no pueda hacer. ¿Diálogos técnicos complicados? Una simple tarea. ¿Correr por un bosque con una velocidad irrealista? ¿Para qué? Ya lo hacen todo, desde decir pocas palabras hasta demostrar agilidad física y, en última instancia, hacer que el espectáculo sea memorable.
Hay algo mágico en el baile y el canto, y el hecho de que la audiencia sienta ese mismo hechizo es muy gratificante. Si estás en busca de esa satisfacción, no hay nada más emocionante que hacer que el público se ría, cante o llore con las emociones que ofreces en cada acto y, a la vez, hacerles sentir que no lo van a olvidar. Vivir es tragarse un puñado de emociones, pero la verdadera belleza siempre reside en hacer que los demás experimenten la misma emoción con la misma intensidad, el verdadero desafío del artista.
Como mencionamos antes, trabajar en un musical o película es un trabajo en equipo. Durante los ensayos, los actores, los miembros del personal técnico, los camarógrafos, los maquilladores, los diseñadores de vestuario... Todos están en el mismo barco y tienen un objetivo en común: crear una experiencia audiovisual que el público ame y recuerde. Si puedes trabajar en un entorno así, lleno de personas creativas y positivas que apoyan el trabajo de los demás, nunca estarás solo.
Entonces, no cabe duda de que ser un actor que canta y baila es un trabajo muy demandante, tanto físico como psicológicamente. Pero, como muchas otras cosas que valen la pena, también es extremadamente gratificante. Si eres un amante de los desafíos continuos y la felicidad que ofrece ser el centro de atención, esta podría ser la profesión perfecta para ti. Y si no, al menos puedes disfrutar del espectáculo final mientras te tomas una cerveza y te ríes con tus amigos.