Las selfies divertidas que nunca te muestras a ti misma
¿Alguna vez te has preguntado por qué la gente te muestra solo sus mejores selfies? Las selfies en las que aparecen perfectas, con el mejor ángulo, la luz perfecta y la sonrisa más seductora. Pero, ¿qué pasa con las selfies divertidas? Aquellas en las que se muestran tal y como son, en sus momentos más graciosos y ocurrentes, en las que no temen mostrar su lado más cómico. ¡Esas son las que realmente nos gustan!
Por eso, en este artículo te mostraremos algunas de las selfies divertidas que nunca te muestras a ti misma. Prepara tus carcajadas y prepárate para ver a algunas personas siendo simplemente ellas mismas.
1. Las selfies con filtros locos
Los filtros son una buena forma de divertirse un rato. Desde los que distorsionan tu rostro hasta los que te hacen ver más guapa, todos son divertidos. Pero hay algunos filtros que son sencillamente ridículos, como el que te pone una barba y bigote a lo Santa Claus o el que hace que tu cabeza tenga la forma de un melocotón. Pero a pesar de lo ridículos que son estos filtros, no hay nada más entretenido que sacar una selfie con ellos. ¡Es garantía de risas!
2. Las selfies haciendo muecas
¿Quién dijo que solo podemos sonreír en las selfies? Las muecas son una buena forma de agregarle un poco de humor a nuestra foto. Ya sea sacando una lengua, frunciendo el ceño o haciendo caras locas, las selfies con muecas pueden ser muy divertidas. Además, también son una buena forma de romper con la monotonía, como una forma de demostrar que no siempre estamos felices.
3. Las selfies en situaciones graciosas
A veces, nuestras situaciones más embarazosas son precisamente las más divertidas. Y ¿por qué no capturarlas en una selfie? Aquella vez que volcaste el café encima de tu camisa favorita, aquella vez que te caíste en la calle, o aquella vez que te quedaste dormida en la biblioteca con los libros como almohada. Son situaciones que pueden parecer tontas, pero que pueden hacer que se te encoja el estómago de tanto que ríes con solo recordarlas.
4. Las selfies con amigos
Las selfies con amigos son siempre divertidas. Desde hacer caras raras hasta sacar la lengua juntos, las selfies con amigos pueden ser la forma perfecta de capturar un momento especial. Y lo mejor de todo es que la diversión que se había perdido en el proceso de crecer, se recupera con los amigos.
5. Las selfies con niños
Siempre hay algo gracioso en las selfies con niños. Ya sea por las caras chistosas que hacen o por su inocencia, las selfies con niños siempre tienen la capacidad de hacernos sonreír. Además, también son una buena forma de crear recuerdos.
En definitiva, las selfies divertidas son una forma de demostrar que no siempre necesitamos aparecer perfectas en las fotos. A veces, la diversión, la espontaneidad y el humor son justo lo que nos hace falta para demostrar que nuestra vida no es una telenovela. Así que deja la vergüenza y sácale provecho a todas esas situaciones en las que te encuentras haciendo el tonto. ¡Quién sabe, tal vez tu selfie divertida se convierta en la foto más popular en tu cuenta de Instagram!