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Las promesas vacías de los políticos: un repaso de los últimos años

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Las promesas vacías de los políticos: un repaso de los últimos años

Todos los años, sin falta, los políticos salen en televisión con sus promesas grandilocuentes y sus caras serias. Prometen que van a cambiar el mundo, que van a erradicar la pobreza, que van a hacer que la economía crezca como nunca antes. Pero pasado el tiempo, ¿qué queda de esas promesas? La verdad es que muy poco.

El problema de las promesas de los políticos es que, en su gran mayoría, son vacías. Solo buscan conseguir votos y poder, y para ello usan cualquier medio necesario, incluyendo mentir descaradamente a su electorado. En este artículo, vamos a repasar algunas de las promesas más vacías de los políticos en los últimos años.

El fin de la corrupción

¿Cuántas veces hemos oído decir a políticos que van a acabar con la corrupción? Es un tema recurrente en todas las elecciones, y no importa el país ni el partido político, todos prometen lo mismo. Pero la realidad es que, año tras año, la corrupción sigue presente en nuestras sociedades.

Los políticos se llenan la boca hablando de la necesidad de acabar con la corrupción, pero a la hora de la verdad, no hacen nada al respecto. Incluso algunos se han visto envueltos en casos de corrupción, haciendo aún más evidente la falacia de sus promesas.

La lucha contra la pobreza

Otro tema recurrente en la política es la lucha contra la pobreza. Los políticos prometen que van a crear empleos, que van a mejorar la educación, que van a reducir la desigualdad. Pero pasado el tiempo, vemos que la pobreza sigue siendo una realidad para millones de personas.

La triste verdad es que los políticos hacen promesas que saben que no van a cumplir. Mientras tanto, las personas más vulnerables sufren las consecuencias de estas promesas vacías. En lugar de poner en marcha políticas efectivas para combatir la pobreza, los políticos prefieren seguir haciendo discursos vacíos.

El crecimiento económico

En la economía, los políticos también hacen promesas. Prometen que van a crear empleos, que van a hacer que el país crezca como nunca antes. Pero al final, estas promesas resultan ser vacías.

El crecimiento económico no es algo que se pueda prometer de la noche a la mañana. Se necesitan políticas económicas efectivas, un mercado laboral fuerte y una serie de variables que, en muchas ocasiones, escapan por completo del control de los políticos. Por eso, cuando los políticos prometen crecimiento económico, no podemos sino esbozar una sonrisa irónica y esperar a ver qué pasa.

La promesa de no subir impuestos

Esta es otra de las promesas más vacías de los políticos. Todos parecen estar de acuerdo en que no hay que subir impuestos, que eso sería perjudicial para la economía. Pero cuando llegan al poder, lo primero que hacen es subir los impuestos.

La razón es simple: los políticos necesitan financiar sus políticas. Y los impuestos son una fuente importante de ingresos. Por eso, aunque prometan no subirlos, al final terminan haciéndolo. Y claro, entonces nos quedamos todos con cara de tontos, pensando en las promesas que se quedaron por el camino.

La promesa de no recortar en sanidad y educación

Otra promesa recurrente de los políticos es la de no recortar en sanidad y educación. Nos dicen que son sectores fundamentales que no se pueden tocar. Pero llega la crisis, o cualquier otra excusa que pongan, y lo primero que recortan son precisamente estos sectores.

La sanidad y la educación son pilares fundamentales de cualquier sociedad. Sin embargo, los políticos parecen olvidar esto bastante a menudo. Prefieren recortar en estos sectores antes que tocar otros ámbitos, como la defensa o el deporte.

En definitiva, las promesas vacías de los políticos son una realidad que todos conocemos. Año tras año, nos llenan los oídos con sus promesas grandilocuentes, pero al final, son solo eso, promesas. Mientras tanto, seguimos esperando que los políticos cumplan con lo que prometen, y luchando por una sociedad más justa y solidaria.