Hay un tipo en nuestra vida social, todos lo hemos conocido alguna vez: el amigo que siempre lleva un tema de conversación incómodo a la mesa. Puede ser cualquier cosa, desde sus problemas de pareja hasta sus problemas de salud, todo lo que se te ocurra que pueda generar incomodidad y silencios incómodos en la cena. Este amigo es incansable en su búsqueda de un tema de conversación que haga que todos nos sintamos incómodos y avergonzados, obligándonos a sonreír y asentir mientras buscamos escapar de la situación.
Ya sea que lo conozcas desde hace mucho tiempo o que sea un amigo nuevo, siempre es el mismo. Aparece en la cena y pronto comienza a hablar en voz alta y a contar historias que nadie quiere escuchar. Se ríe de las mismas cosas una y otra vez, incluso cuando nadie más lo hace. No es un compañero divertido, nosotros lo sabemos, pero trata de hacer todo lo posible para hacernos reír con sus ocurrencias, aunque nunca parecen divetidas.
El "amigo incómodo" es el tipo de persona que puede arruinar una noche perfecta con su simple presencia. No importa cuánto tratemos de evitarlo, siempre encuentra una manera de aparecer y convertirse en el centro de atención. Es alguien que nunca tiene suficiente atención, que desea verse recompensado con nuestra atención y que parece querer inculparnos con sus problemas como escuchas involuntarios.
Hay tantas formas diferentes en que este amigo puede ser incómodo. Puede hacerse el gracioso a expensas de los demás, o tratar de monopolizar la conversación con historias aburridas. Tal vez se zambulla en temas delicados y polémicos que sabemos que no llevarán a ninguna parte, sólo al silencio incómodo. Sea cual sea su enfoque, siempre parece haber algo en su personalidad que lo condena a ser una presencia en nuestras cenas que producen más estrés que placer.
Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto? ¿Cómo podemos lidiar con este amigo problemático? La primera opción es evitarlo por completo, pero todos sabemos que no siempre es posible. En realidad, lo más probable es que este amigo incómodo sea parte de nuestro grupo social, por lo que debemos encontrar formas de lidiar con él sin tener que sacrificar nuestro bienestar emocional.
Una buena opción es centrarse en otros temas de conversación. Si este amigo está llevando la conversación a lugares incómodos y desagradables, trata de cambiar de tema. Introducir algo que sea interesante y divertido para todos es la mejor manera de alejar la atención del amigo incómodo. De esta manera, evitamos conflictos directos manteniendo el ambiente en paz.
Otra opción es ser directos y hacerle saber que lo que está haciendo no es bienvenido. A veces, el amigo incómodo simplemente no se da cuenta y piensa que está siendo gracioso o interesante. Para evitar confrontaciones más directas, es importante que la gente hable de manera asertiva y respetuosa. El amigo incómodo puede realmente tener algo que decir o una historia digna de compartir si se anima a hacerlo sin incomodar al resto del grupo. Si todos aprendemos a hablar de manera respetuosa, podemos evitar cualquier tipo de conflicto.
Quizás la solución más obvia es simplemente evitar el contacto con este amigo incómodo. Si eres la anfitriona, puede ser fácil no invitar a la persona en cuestión, si te das cuenta de que los problemas son siempre la continuación de las conversaciones anteriores, pues no hay ninguna necesidad de continuar el contacto. Si se trata de un grupo grande, quizás alguien en particular, busca un momento oportuno para hablar con él con discreción. No es necesario estar cerca de alguien que no te hace pasar un buen momento o que incluso arruina el ánimo del resto.
En resumen, todos hemos tenido un amigo incómodo en nuestra vida social. La clave para tratar con él es encontrar formas de evitar la confrontación directa y mantener la paz. Busca maneras de cambiar de tema de conversación sin ofender al amigo incómodo, sugiere actividades que distraigan la atención, sé asertivo pero no rigido. Quizás, incluso dejar pasar la situación y no estresarnos es una buena opción tratando de no volver a organizar esas cenas familiares con la presencia de alguien que afecta el ambiente general. Con un enfoque estratégico, podemos evitar que un amigo incómodo arruine nuestra vida social como también ser un poco más tolerantes, ya que sin duda, todos hemos cometido errores en el pasado, aunque no se se vea como tal.