Todo grupo de amigos tiene uno. Ese amigo que, por alguna razón, siempre necesita un poco más de motivación para soltarse en una fiesta. Puede ser porque es tímido, porque no conoce a mucha gente o simplemente porque no está de humor. Sea cual sea la razón, nosotros como amigos tenemos la tarea de hacer que esa persona se divierta tanto como el resto. Aquí van algunas tácticas para lograrlo:
La música y la decoración son fundamentales para crear un ambiente festivo. Asegúrate de que haya una buena selección de canciones que todos puedan disfrutar, y de que la iluminación sea adecuada (ni muy tenue ni muy fuerte). Si el lugar donde se celebrará la fiesta es un poco soso, haz algo para alegrarlo: cuelga globos, coloca algún adorno temático, etc.
Si tu amigo no conoce a mucha gente en la fiesta, probablemente se sentirá incómodo. Invítalo a invitar a algún amigo suyo, o si no tiene, presenta a algunos de los tuyos. Si la fiesta es abierta (es decir, no es una reunión privada), trata de que la información sobre ella se difunda lo más posible para que asistan más personas.
Si tu amigo es muy tímido, es probable que se siente en una esquina y no participe en las actividades de la fiesta. Para evitar esto, hazle un plan específico. Por ejemplo, dile que va a ser el DJ por una hora, o que lo necesitas para organizar un juego. Si tu amigo se siente útil, es más probable que se sienta cómodo en la fiesta y que se divierta más.
Puede que tu amigo esté pasando por un mal momento y por eso esté de mal humor. Si no es el caso, probablemente esté simplemente aburrido. En ambos casos, una conversación animada puede hacer una gran diferencia. Acércate a él, pregúntale cómo va todo, cuéntale chistes y anécdotas divertidas. No lo dejes solo por mucho tiempo.
Dependiendo del amigo en cuestión, beber un poco puede ser una forma de soltarse. Si tu amigo está dispuesto a beber, asegúrate de que lo haga controladamente. Dile que se tome su tiempo y que beba agua entre tragos. Si es la primera vez que bebe o no está acostumbrado a hacerlo, procura evitar que se emborrache. De lo contrario, seguramente terminará arrepentido al día siguiente.
Un juego divertido puede hacer que incluso el amigo más apático se sienta más animado. Elige algo sencillo y que no requiera mucho esfuerzo físico. Por ejemplo, puedes organizar un juego de cartas o de mesa, o uno en el que todos tengan que adivinar algo sobre los demás invitados. La idea es pasar un buen rato y que todos participen.
Si la música está movida, invita a tu amigo a bailar contigo. Asegúrate de hacerlo en un ambiente cómodo y sin presiones. Si tu amigo no se siente cómodo bailando, no lo obligues. Recuerda que la idea es hacerlo sentir bien, no incómodo. Si quieres, puedes proponer bailar alguna coreografía sencilla que todos conozcan.
A todos nos gusta sentirnos valorados y apreciados. En medio de la fiesta, dale a tu amigo un cumplido sincero. Puede ser sobre su ropa, su actitud, su acompañamiento... lo que sea que te parezca destacable. Verás que una simple frase puede hacer una gran diferencia en su ánimo.
Por último, no olvides que tu amigo no es el único que debe disfrutar de la fiesta. Tú también tienes derecho a pasarlo bien. Así que diviértete tú también, socializa con otros invitados y haz que tu amigo se integre de la mejor forma posible. Verás que si tú estás disfrutando, es más probable que tu amigo también se sienta feliz.
A veces, todos necesitamos un poco de ayuda para disfrutar plenamente de una fiesta. Si tienes un amigo tímido o desanimado, trata de aplicar estas tácticas para ayudarlo a integrarse. Recuerda que la fiesta es para divertirse, y que todos deben estar emocionados de estar allí. Así que ¡a disfrutar!